Datos personales

Baleares, Spain
Soy MMM, treintañera, hiperactiva, adicta al whatsapp (en fase de desintoxicación), algo histérica, divertida, amante de la lectura, amiga, consumidora de series de televisión, fumadora, mamá de dos estrellas y con mil cosas en la cabeza, además de canas. Ahora, ya no llevo mechas, pero me siento como si las llevara! ;)

martes, 25 de enero de 2022

Sin ti, pero contigo




 Aquí vamos arrancando 2022 sin ti, pero contigo. Porque siempre estás, aunque sea de esta forma, pero dentro. Es que te noto dentro. Y me encanta. Tampoco me queda otra, la verdad. Me tengo que conformar.

Bueno, el caso es que no me conformo. Pasan los meses, los años, los días… pasan la cosas… Y qué de cosas! Menos mal que entre lo que estoy segura de que tu ves y lo que te cuento cada día estás al tanto. Menudo panorama tenemos, amiga. Cuando te fuiste me acompañó durante muchos meses un tic en un ojo. Nervios, estrés, me decían. Jodida es lo que estoy, decía yo. Cómo iba a saber nadie cuánta rabia y dolor se podría llegar a acumular. Pues se puede y no pasa nada. Aquí estoy, ya sin el tic del ojo, pero enfadada con lo que te ha pasado. Y asi, rabiosa, he encontrado cómo quiero estar. Es este enfado lo que me da fuerzas cuando te lloro cada día un poquito. 

Pero también soy feliz. Me regañarías mucho por trabajar tanto, pero en otras cosas te hago caso. Tengo a mis niños más consentidos que nunca!! Y hago lo que me da la gana! Y sigo sin ahorrar! En fin…

Las mejores noches son en las que te llamo por teléfono y pasamos horas poniéndonos al día, chismorreando o abriendo nuestro corazón a la otra para cuidarnos. Qué noches!! Lo malo es cuando me despierto. Durante unos segundos (muy pocos) tengo dudas de si ha sido un sueño o real. A veces he tenido que mirar el registro de llamadas del teléfono. Y ahí viene lo jodido de verdad. Darme cuenta otra vez de que no es real me destroza un poco. Pero no lo suficiente, porque he aprendido a disfrutar esas conversaciones virtuales. Qué más da si luego lloro o rabio; el caso es que hemos estado juntas. Morsi, siempre juntas. Infinito, me decías. Infinitas, pues si.

sábado, 25 de abril de 2020

Bonito


Si te parece bien, vamos a quedarnos con lo bonito. Hemos sido flores, besos, Viena, desayunos, sexo, planes, futuro, sueños, caricias, confidencias, pasión y más risas. En realidad hemos sido todo lo que uno quiere tener. Menos el aguamarina que nunca llegó.

Y muchos besos, mi corazón negro, y mi vida entera. 

Quedémos, por favor, con lo que sí conseguimos: esa sensación de tenerlo todo y alcanzar el cielo. Qué más da si duró un segundo o duró años...

Lo que importa es que el tacto de la piel de mi lugar favorito, eso me lo quedo para mi. Y el olor de tus huecos también es mío, por más que nos alejemos, por más que nos perdamos.

Y los pies mezclados al dormir, también me los quedo. Y tus caricias en mi pelo.

En secreto te contaré más cuentos para ir a dormir. Quizás para que tu duermas mejor, pero seguro para que yo consiga dormir. 

sábado, 31 de diciembre de 2016

Un año más de historias




No se puede evitar, como dice mi ∞. Toca hacer balance, en ese punto en el que siendo muy muy objetiva, este año ha sido un mierdolo. Peroooooo, que esta vez el pero trae algo positivo... 😉 si lo analizo con el corazón, ha estado genial!!!!

Risas, bailes, copas, llamadas de teléfono eternas, besos, 💫, paseos, sol, comidas ricas, series y pelis, viajes, abrazos, música, kilómetros, decenas de libros y todo lo que no se puede contar: buuuuuuuuhhhhh. Y así de bien lo puedo enfocar!!

Cierro año y hago reset en la parte desastrosa de 2016. Cada vez se me da mejor eso de borrar cassette... (no me lo creo ni yo). Así que para este año que comienza en horas sólo le pido que sea igual de intenso y como mínimo igual de maravilloso. En fin, a seguir persiguiendo sueños durante  2017. Feliz Año Nuevo!!!! 

Hasta el año que viene con este temazo que hoy no me quito de la mente: Mecano: Un año más 

domingo, 11 de diciembre de 2016

Mi astronauta preferido



No será hoy, ni mañana, ni posiblemente en los próximos meses, pero ojalá algún día pienses, aunque sea por un segundo, todo lo que te perdiste.

Mis ojos sólo veían amor donde igual no había nada, donde me dicen que aposté demasiado. Pero siempre he sido de jugármelo todo, de apostar a lo grande. Y vamos si aposté! Y perdí. Porque juro que muchas veces pensé que eras feliz a mi lado.

Sin dudarlo, te lo hubiera dado todo, habría lamido tus heridas, compartido todo lo que tengo, entregado mi familia, creado una nueva contigo, compensado el amor que en su día te faltó. Es que me creí que podía conseguirlo todo contigo. Pero al final sólo lloré sangre.
Donde yo veía un tándem resultó que no había ni un patín. Que mi oferta no tenía demanda. 

Mis ojos te hacían grande y sé que era real: crecías y aprendiste a soñar cosas que pensabas inalcanzables. Qué orgullosa me sentía de tus metas... Me enamoré de tu mejor versión.

Claro, me entregué y casi me perdí por el camino con esa manía mía de no saber hacer las cosas a medias cuando me guía la pasión. Y tu eras mi pasión. Mi astronauta preferido, perdido mientras yo te alcanzaba estrellas. Mi casa, ese lugar al que llegar siempre, ahí donde estuvieras tú.

Aún recojo mis pedazos, sin problema, que no se me da mal a estas alturas de la vida. Pero jode.


martes, 22 de noviembre de 2016

Palabras de verdad



Cansada de que se considere lo normal no hablar de sentimientos. De que una no pueda expresar libremente cuando quiere algo, cuando tiene un deseo, cuando algo duele.

Es como si existiera la obligación de aparentar que todo está bien como está y no adentrarse en terrenos pantanosos por miedo a hundirse, a salir dañados, o no sé muy bien a qué. Pero miedo al fin y al cabo. Miedo a las palabras de verdad.

Hace poco leí una especie de ensayo sobre el miedo de esta generación al compromiso. Era muy certero, la verdad y muy triste también. Porque si lo acertado es quedarnos en lo superficial de las relaciones, en amistades que van y vienen, en palabras divertidas que jamás traten de sentimientos... Si es así, entonces qué tiene que hacer una con las cosas que se quedan dentro? Y con los abrazos sin dar? Y con los te adoro sin decir? Y con los cuánto te he echado de menos?


jueves, 11 de agosto de 2016

Quiero lágrimas de Perseidas



Noche de lluvia de meteoros y se me va la cabeza!!!

Quiero no sentir tan a menudo que soy una loca de coño, bipolar, en una lucha constante entre lo que hago, lo que digo, lo que siento y lo que luego vuelvo a sentir, hacer y pensar al minuto siguiente.

Aunque también es probable que mole, porque puedo llorar y reír con idéntica intensidad de un minuto a otro. Más de loca, vamos.

Esta noche llueven Perseidas y las veré. Y habrá lágrimas; las de San Lorenzo y las mías. 

Igual es la despedida final de una ilusión demasiado vieja ya, demasiado tóxica, demasiado viciada.

Quiero que sea tarde para que nadie pueda descolocarme, pero no tan tarde como para no poder escucharlo. Porque quiero que no sea tarde para nada.

Quiero volver a aprender ese olor, ese sabor que pone me pone patas arriba. Aunque sólo sea una opción, pero quiero ser prioridad.

Esta noche llueven Perseidas y las veré. Y me despediré.