Datos personales

Baleares, Spain
Soy MMM, treintañera, hiperactiva, adicta al whatsapp (en fase de desintoxicación), algo histérica, divertida, amante de la lectura, amiga, consumidora de series de televisión, fumadora, mamá de dos estrellas y con mil cosas en la cabeza, además de canas. Ahora, ya no llevo mechas, pero me siento como si las llevara! ;)

lunes, 11 de agosto de 2014

Ruinas



Esta noche he visto las ruinas de lo que fue mi Sevilla y no he podido evitar emocionarme. 

De repente he sentido lo lejos que quedó todo aquello, la de cosas que vivimos entre aquellas casetas prefabricadas, la de risas estúpidas por esas calles, mi primer accidente de coche contra el de Isita, las horas de estudiar, el primer GH, el primer OT, el amor, el sexo, los amigos, los teléfonos de recepción, las barriladas, mis niñas, las novatadas que casi nos cuestan la expulsión, la comida espantosa, los donuts comprados justo antes de que cerraran la cafetería a media noche, colar a gente a cualquier hora, las cortinas de puticlub, los posters robados de las paradas del bus, las timbas, los submarinos, la megaboom o como se llamara aquello, el peta aquel que me hizo vomitar durante horas, los taxis esperando en la puerta, el 34, el microondas encima del frigorífico, la cama de 80 en la que 2 personas dormían sin problema, reuniones clandestinas de 20 personas en una habitación, el bingo a la fresca, los botellones ahí como en casa, los días de feria, mi primera borrachera, perder el bus a primera hora, mirar por la ventana y si llueve mucho no hay clase, el foscurí para poder dormir, mi primera watson, aquellas borracheras y abrazos al wc, tanta buena gente junta, el volei, las clases de sevillanas, el carné de conducir, los cuernos, mi canica, el conejo y los ratones coreanos, las temperaturas extremas, los motes inventados que se quedaron para siempre, las primeras escapadas de mi hermana, amistades eternas y auténticas, más risas, destrozar la luna de mi coche con un bate, despertarte porque te llaman a gritos desde la calle, las duchas de agua fría, Crónicas Marcianas, las noches de estudio y risas, el juego de la oca, compartirlo todo, forjar sueños, hacer planes, las promesas, las despedidas, los reencuentros, las reuniones de chicas, el pollómetro y siempre las risas...

Media vida y tantos recuerdos...

Aquel día que embalaba mis cosas porque mi esa etapa terminaba allí ya noté que algo se iba para siempre. Y ahora ha sido como rememorarlo de golpe. Como si ahora todo fueran ruinas. Como si entre esas ruinas hubiera dejado algo de mí que ya no puedo recuperar.