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Baleares, Spain
Soy MMM, treintañera, hiperactiva, adicta al whatsapp (en fase de desintoxicación), algo histérica, divertida, amante de la lectura, amiga, consumidora de series de televisión, fumadora, mamá de dos estrellas y con mil cosas en la cabeza, además de canas. Ahora, ya no llevo mechas, pero me siento como si las llevara! ;)

sábado, 31 de diciembre de 2016

Un año más de historias




No se puede evitar, como dice mi ∞. Toca hacer balance, en ese punto en el que siendo muy muy objetiva, este año ha sido un mierdolo. Peroooooo, que esta vez el pero trae algo positivo... 😉 si lo analizo con el corazón, ha estado genial!!!!

Risas, bailes, copas, llamadas de teléfono eternas, besos, 💫, paseos, sol, comidas ricas, series y pelis, viajes, abrazos, música, kilómetros, decenas de libros y todo lo que no se puede contar: buuuuuuuuhhhhh. Y así de bien lo puedo enfocar!!

Cierro año y hago reset en la parte desastrosa de 2016. Cada vez se me da mejor eso de borrar cassette... (no me lo creo ni yo). Así que para este año que comienza en horas sólo le pido que sea igual de intenso y como mínimo igual de maravilloso. En fin, a seguir persiguiendo sueños durante  2017. Feliz Año Nuevo!!!! 

Hasta el año que viene con este temazo que hoy no me quito de la mente: Mecano: Un año más 

domingo, 11 de diciembre de 2016

Mi astronauta preferido



No será hoy, ni mañana, ni posiblemente en los próximos meses, pero ojalá algún día pienses, aunque sea por un segundo, todo lo que te perdiste.

Mis ojos sólo veían amor donde igual no había nada, donde me dicen que aposté demasiado. Pero siempre he sido de jugármelo todo, de apostar a lo grande. Y vamos si aposté! Y perdí. Porque juro que muchas veces pensé que eras feliz a mi lado.

Sin dudarlo, te lo hubiera dado todo, habría lamido tus heridas, compartido todo lo que tengo, entregado mi familia, creado una nueva contigo, compensado el amor que en su día te faltó. Es que me creí que podía conseguirlo todo contigo. Pero al final sólo lloré sangre.
Donde yo veía un tándem resultó que no había ni un patín. Que mi oferta no tenía demanda. 

Mis ojos te hacían grande y sé que era real: crecías y aprendiste a soñar cosas que pensabas inalcanzables. Qué orgullosa me sentía de tus metas... Me enamoré de tu mejor versión.

Claro, me entregué y casi me perdí por el camino con esa manía mía de no saber hacer las cosas a medias cuando me guía la pasión. Y tu eras mi pasión. Mi astronauta preferido, perdido mientras yo te alcanzaba estrellas. Mi casa, ese lugar al que llegar siempre, ahí donde estuvieras tú.

Aún recojo mis pedazos, sin problema, que no se me da mal a estas alturas de la vida. Pero jode.